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Linux

Un Linux amigable, listo para descargar en la PC

Un Linux amigable, listo para descargar en la PC

Ya está disponible para descargar la versión 12.04 de Ubuntu, la distribución de Linux que busca hacer más amigable al usuario común este sistema operativo

Desde hoy es posible descargar e instalar en cualquier PC (y sin cargo) la última versión de Ubuntu, la distribución de Linux orientada al usuario no experto.

Aunque no es la única opción para tener Linux en una PC ( aquí listamos algunas de las alternativas más usadas ) sí es hoy la más popular entre los usuarios que buscan una opción gratis como alternativa a Windows y OS X.

Ubuntu se descarga desde su página oficial , y funciona tanto en PC como Mac, y en equipos de último modelo o computadoras más antiguas o de hardware modesto, como una netbook. Se puede bajar un archivo ISO de 700 MB para grabar en un CD de instalación, o descargar una pequeña aplicación llamada Wubi , que permitirá instalarlo junto con Windows, sin modificarlo ni afectar a los archivos de la PC. Y es reversible: si no gusta Ubuntu, se desinstala como un programa convencional y listo.

 

 La tienda de aplicaciones y la barra de tareas y accesos directos de Ubuntu 12.04. Foto: Ubuntu.com

 

Con Linux se pueden hacer las mismas tareas que con Windows u OS X, con la ventaja de que su instalación no tiene costo, que es libre y que está desarrollado por una comunidad internacional de voluntarios, además de programadores de las empresas de software más grandes del mundo.

En el caso de Ubuntu 12.04, la compañía Canonical -fundada por el millonario sudafricano Mark Shuttleworth - sigue apostando por su interfaz gráfica denominada Unity, que lo diferencia de la disposición típica de barras, menús y ventanas propuestas por Microsoft y Apple.

En el pasado, las versiones iniciales de Unity generaron polémica por este quiebre y por cierta rigidez en su oferta.

No hay grandes cambios visuales respecto de la edición anterior (11.10). Se pulieron algunos aspectos de Unity, la oferta de UbuntuOne -la carpeta virtual gratis de 5 GB que compite contrauna oferta de servicios cada vez más variada - ahora está más integrada al sistema , se sumó una función de privacidad para todo el equipo (y no para el navegador Web, como está disponible en la mayoría de los sistemas operativos hoy).

 

 El buscador del sistema operativo ahora también ofrece funciones de una aplicación como respuestas. Foto: Ubuntu.com

 

Un agregado interesante es HUD, que permite hacer búsquedas específicas de archivos, palabras clave o funciones dentro de las aplicaciones, para no tener que navegar por menús intrincados y desconocidos. Así, si no recordamos como cambiar el interlineado en un documento de LibreOffice, o en dónde se administra el comportamiento de las pestañas de Firefox, bastará con tipear la palabra clave en el buscador de Ubuntu.

Ubuntu 12.04 es una edición con soporte de largo plazo (5 años de actualizaciones, sin importar las versiones siguientes de esta distribución de Linux) para así hacerlo más atractivo para su uso en empresas.

Linux lo+

Alternativas para tener Linux en tu computadora

Ubuntu es, para buena parte de los usuarios, la versión más conocida del sistema operativo libre creado hace veinte años por Linus Torvalds, pero hay muchas más opciones que buscan simplificar su instalación y uso en la PC hogareña

Por Ricardo Sametband  | LA NACION

 

El uso de Linux y el conocimiento que el usuario común tiene de este sistema operativo han crecido en los últimos años, sobre todo de la mano de Ubuntu, la distribución que promueve Mark Shuttleworth y que para muchos se ha vuelto el sinónimo del sistema operativo libre creado por Linus Torvalds hace dos décadas (ver www.lanacion.com.ar/1400603-veinte-anos-con-linux).

Para muchos usuarios no expertos, los elementos positivos de este sistema operativo inclinan la balanza y permiten superar los negativos.

Entre los pros: es gratis; es amable con el hardware más antiguo; ofrece el mismo grupo básico de herramientas que Windows o Mac OS X y con el mismo nivel de sofisticación y facilidad de uso, incluyendo los navegadores más populares de la Web, clientes de correo y chat, reproductores multimedia, un paquete de oficina, etcétera; se actualiza con frecuencia, y la libertad para elegir alternativas o reconfigurar vistas y herramientas es enorme, gracias a los repositorios de software para Linux.

Su mayor contra es que por ser un esfuerzo comunitario muchas veces da la sensación de que todo está casi terminado, pero que a la vez nunca lo estará, y para los neófitos algunos puntos en su configuración pueden resultar oscuros.

La intención manifiesta de Ubuntu es potenciar los elementos a favor y reducir, siempre que se pueda, los que tiene en contra, y hacer Linux sencillo de instalar y usar para el usuario no experto.

Buscando, además, un camino que le permita diferenciarse de Windows y de OS X es que el año pasado presentó Unity, su nueva interfaz, como una alternativa a los entornos de escritorio más populares en Linux: Gnome y KDE.

Su apuesta tuvo una recepción dispar, como analizó Ariel Torres en dos columnas.

Unity ubica una columna de accesos directos a la izquierda de la pantalla, y es inamovible; genera una barra en la parte superior de la pantalla que, como la de OS X, es contextual (modifica los menús disponibles según la aplicación en uso) pero que tampoco se puede configurar.

Para algunos es muy conveniente, para otros hace que Ubuntu pierda flexibilidad y su quiebre con el modelo de Escritorio tradicional en uso en las PC desde 1995 (una barra de tareas y herramientas abajo, con un botón para el menú de aplicaciones, y una segunda barra opcional arriba) termine siendo un paso atrás.

En abril próximo estará lista la versión 12.04 de Ubuntu, y seguramente traerá mejoras a Unity. A propósito: gracias a la aplicación MyUnity (https://launchpad.net/~myunity/+archive/ppa) se pueden cambiar algunos elementos de la interfaz propuesta por Ubuntu.

Pero aunque Ubuntu sea hoy la distribución más popular de Linux, no es la única.

En los últimos tiempos han surgido varias que permiten un acercamiento levemente diferente a la informática personal. Unas cuantas se basan en Ubuntu, por lo que tienen el mismo soporte de hardware e incluyen las mismas herramientas básicas.

Quienes busquen una interfaz más parecida a la tradicional de Windows (y a la de Gnome hasta la versión 2) pero manteniendo la sencillez de instalación y configuración pueden probar con Kubuntu (www.kubuntu.org), que como el Ubuntu original (y Xubuntu, una versión para equipos más modestos) puede instalarse dentro de Windows usando el archivo wubi.exe que está en el CD de instalación: sólo ocupará lugar en una carpeta y ofrecerá, al momento de iniciar la PC, cargar Windows o Linux; si no estamos conformes con su performance lo podemos desinstalar sin afectar el resto de nuestros archivos.

Kubuntu, como PCLinuxOS (www.pclinuxos.com/?page_id=180), usa KDE, que mantiene una interfaz más cercana a la tradicional, aunque agrega elementos de control adicionales en ventanas y widgets, ofrece un menú de Inicio con paneles y más.

En un punto intermedio está Linux Mint (www.linuxmint.com), que toma lo mejor de Ubuntu e incluye algunos elementos que no están preinstalados en esa distribución (como soporte para MP3, DivX y otros códecs propietarios) y que usa Gnome 3 con algunas modificaciones, manteniendo el menú de Inicio pero agregando opciones que permiten ver todas las aplicaciones en uso de un vistazo (al estilo del Exposé de Mac OS X).

Como Ubuntu, Mint agrega una aplicación para Windows en el CD de instalación que permite tenerlo en la PC viviendo en armonía con el sistema operativo de Microsoft.

Otra distribución de Linux que tiene buena reputación por su facilidad de configuración es Pinguy (http://pinguyos.com), con una barra vertical y un dock con accesos directos en la base. Y por supuesto está Fedora (www.fedoraproject.org), otra sólida e histórica alternativa para los que quieran investigar el mundo Linux.

Si la instalación se hará en un equipo de hardware modesto (una netbook o una PC antigua) hay alternativas que no requieren de componentes poderosos, como el clásico Puppy Linux (http://puppylinux.org) o el más reciente SliTaz (www.slitaz.org/es/). Ambos pueden funcionar en equipos con 256 MB de RAM o menos sin mayores inconvenientes, y están pensados para cargar todo el sistema operativo en la memoria RAM, evitando que la PC tenga que leer cosas del disco rígido y acelerando la carga de aplicaciones.

Entre las alternativas nacionales está Tuquito (www.tuquito.org.ar), pensado para usuarios noveles y que incluso tiene una versión para las computadoras estudiantiles del plan Conectar Igualdad y otros.

CÓMO INSTALAR LINUX

Todo muy bonito, pero ¿cómo se instalan estas versiones de Linux? En todos los casos, hay que descargar el archivo de instalación, que será de extensión ISO. Slitaz ocupa 30 MB; Pinguy, 1,6 GB. La mayoría ronda los 700 MB.

Una vez que se descargó ese archivo, se puede grabar como imagen de disco en un CD o DVD, con una aplicación de grabación de archivos en discos. Windows incluye una, lo mismo que Mac OS X; CDBurnerXP (http://cdburnerxp.se/en/home?lang=es) es un excelente freeware para estas tareas en Windows.

En el caso de Ubuntu o Mint al cargar el disco en la PC será posible correr un programa dentro de Windows para instalarlo junto a este sistema operativo. Esto no afecta en absoluto los archivos que ya teníamos en el equipo, y la acción es reversible; es decir, si Linux no es de nuestro agrado podremos quitarlo como si fuera un simple programa desde el Panel de Control de Windows.

Al usar esta opción la aplicación de instalación preguntará en qué disco queremos tener el Linux, cuánto espacio le queremos asignar en el disco (8 GB serán más que suficientes para una primera prueba), el idioma, el usuario base y el entorno de escritorio: puede ser KDE, Gnome, XFCE u otros.

La alternativa es iniciar la PC con el CD o DVD de instalación en la lectora, y dejar que se cargue la versión conocida como LiveCD. La ventaja de este método es que no modifica el disco rígido. La contra es que al depender de un CD o DVD la carga de los programas será más lenta. Si el resultado nos gusta, podremos usar una herramienta incluida en el disco para instalar Linux en la PC. En este caso, sin embargo, los cambios son más profundos, ya que requieren particionar el disco, algo no recomendable para usuarios noveles.

Una tercera opción es instalar Linux no en el disco rígido de la PC sino en una llave USB (debería ser de 4 GB o más, salvo para Puppy o SliTaz).

La mayoría de las distribuciones incluye una herramienta para hacerlo, pero dentro de Linux: es decir, primero habrá que cargar el LiveCD y luego usar esa aplicación para hacer una instalación en la memoria USB. La buena noticia es que el proceso es, en general, muy sencillo. La mala es que no todas las PC permiten cargar un sistema operativo desde un puerto USB, aunque las más modernas sí lo hacen.

Una vez instalado, el funcionamiento de Linux es similar al de Windows o Mac OS X, más allá de las sutilezas y características de cada caso; están disponibles Firefox, Chrome y Opera para navegar, el LibreOffice para editar archivos de oficina, VLC y otros reproductores multimedia para disfrutar de la música y los videos, GIMP o Picasa para editar imágenes y mucho más; las nuevas distribuciones incluyen además software para administrar una discoteca, gestionar archivos de Windows en forma transparente, y hacer todo lo que normalmente se haría en una PC convencional, con la ventaja de que Linux es gratis, y probar las diferentes versiones no toma más que tiempo y un poco de paciencia para aprender las diferencias con los sistemas operativos conocidos.

La fortaleza de Linux está en América Latina

La fortaleza de Linux está en América Latina

 
Linux

La primera versión de Linux apareció en 1991.

Linux es un sistema operativo que cuenta con una fiel base de seguidores, usuarios y programadores, pero que aún se mantiene lejos de la competencia comercial en computadoras personales. Ahí Windows lidera.

Sin embargo, poco a poco Linux ha ido ganando espacio en el terreno de consumo y una de las regiones que está impulsando este crecimiento es Latinoamérica.

De acuerdo con Royal Pingdom -un sitio conocido por sus compilaciones estadísticas sobre el ámbito tecnológico- Cuba, Venezuela y Uruguay ocupan las tres primeras posiciones mundiales en lo que a la penetración de Linux en computadoras de escritorio se refiere.

Los números de Linux en el mundo siguen siendo bajos, sobre todo si se considera que el país que más lo usa es Cuba con un 6,33% de los usuarios del país.

Razones latinas

Países que más usan Linux en computadoras personales

Teclado
  1. Cuba: 6,33%
  2. Venezuela: 3,70%
  3. Uruguay: 3,20%
  4. Zimbabwe: 3,15%
  5. Mozambique: 2,93%
  6. Macedonia: 2,80%
  7. Uganda: 2,48%
  8. Etiopía: 2,42%
  9. Kenia: 2,33%
  10. Finlandia: 2,31%

Fuente: StatCounter y Royal Pingdom

Pero ¿por qué son los países latinoamericanos los que más usan Linux en las computadoras personales?

"Las realidades de Cuba, Venezuela y Uruguay son muy desemejantes, y, por lo tanto, es muy difícil encontrar razones comunes que expliquen el relativo éxito de Linux, aunque es posible detectar factores que sin duda han influido su adopción", dice a BBC Mundo Tomás Laurenzo, investigador e ingeniero uruguayo.

Laurenzo apunta al empuje que los gobiernos de dichos países le han dado a Linux y a la adopción del sistema por parte de la academia.

Como ejemplo cita una distribución cubana del sistema operativo, llamada Nova, creada por estudiantes y que después fue adoptada y patrocinada por el gobierno.

"Hablando de Cuba y Venezuela, es fácil encontrar puntos de encuentro entre una ideología de izquierda y el uso de software de código abierto, especialmente cuando eso permite no utilizar software de una multinacional estadounidense", afirma el también profesor asociado del Instituto de Computación de la Universidad de la República en Uruguay.

En lo que se refiere al país del Cono Sur, Laurenzo cree que puede explicarse por "un alto nivel de alfabetización informática, siendo -porcentualmente- un gran exportador de software".

Otro punto que podría considerarse -aunque aún es difícil medir- es la adopción del gobierno uruguayo del programa One Laptop Per Child (Un computador para cada niño, OLPC, por sus siglas en inglés).

"Hablando de Cuba y Venezuela, es fácil encontrar puntos de encuentro entre una ideología de izquierda y el uso de software de código abierto, especialmente cuando eso permite no utilizar software de una multinacional estadounidense"

Tomás Laurenzo, investigador e ingeniero uruguayo

Quizá con la excepción de Uruguay y Finlandia, en el resto de los diez países que más usan Linux la clave parece ser el hecho de que el sistema operativo es libre y gratuito.

Al adoptar software sin costo estos países permiten -al menos en oficinas públicas y escuelas- que las personas tengan acceso a tecnología sin la necesidad de pagar una fuerte suma de dinero por licencias.

Pero el impacto de Linux en las computadoras personales sigue siendo baja. Incluso en Cuba, las cifras indican que más del 93% de los ordenadores no usan el sistema libre.

"Es razonable pensar que los costos menores que puede conllevar el uso de Linux, más la adopción de políticas de gobierno y de educación, son factores que pueden influir en todos los países de la región", agrega el especialista.

Pero advierte: "De cualquier forma, no hay que perder la perspectiva, las razones que sostienen la hegemonía de MS Windows siguen siendo válidas, importantes, y se sostendrán en el tiempo mediato".

Más allá de las computadoras

Mercado de sistemas operativos en el mundo

Microsoft Windows
  1. Windows: 91,65%
  2. Mac: 6,47%
  3. Linux: 0,76%

Fuente: StatCounter, abril de 2011.

Windows continúa dominando el mercado de sistemas operativos en el mundo con más del 90% de la participación del mercado. En países como Estados Unidos o el Reino Unido el alcance de Linux está por debajo del 1,20% de uso.

Sin embargo, al traducir los magros porcentajes de usuarios del sistema operativo a números reales es posible estimar que cerca de 20 millones de personas usan Linux en su computadora personal.

Además, más allá de los números el sistema operativo suele adquirir importancia por su comunidad de fieles usuarios que utilizan el software para crear tecnología y programas que después adquieren importancia global.

En ese sentido Linux es visto como un semillero de ideas.

Pero además, más allá del mundo de las computadoras personales, Linux tiene un gran porcentaje del mercado en lo que se refiere al mercado de servidores (las computadoras que administran redes y alojan datos) y quizá aún más importante, en lo que se refiere al mercado de teléfonos celulares.

Los teléfonos Android de Google, por ejemplo, utilizan Linux como su sistema operativo. Y según la agencia de investigación Gartner, Android de la mano de Linux, ocupará el 38,5% del mercado a finales de año.

"Linux es un proyecto extremadamente exitoso. Con un conjunto enorme de usuarios y una presencia apabullante a nivel de servidores, netbooks y teléfonos", dice Laurenzo.

"Para que Linux logre una presencia mayor del mercado, es necesario que surjan vectores de deseo que rompan el ciclo instaurado. Este deseo tiene que ser lo suficientemente fuerte como para vencer la conveniencia o la necesidad de seguir los estándares de facto", concluye el investigador uruguayo.

analizando a Fondo UBUNTU 11.04 - UNITY

Ariel Torres | 

Unity, la interfaz que dividió al mundo Linux

Por Ariel Torres

Aunque hay unos cuantos cambios importantes debajo del capot, la nueva versión de Ubuntu Linux, que salió en abril y por lo tanto lleva el número 11.04, impacta primero que nada por Unity, su nueva interfaz. Nueva y polémica, hay que decir.

Personalmente, la primera impresión que tuve fue muy negativa. Una barra de íconos a la izquierda (llamada Launcher ) que no me resultaba adecuada al tamaño de la pantalla de mi netbook y que, para colmo, no podía moverse a otras posiciones. Todo lo contrario del estilo Linux, donde uno puede cambiar lo que quiera cuando quiera.

Video: Probamos la nueva versión de Ubuntu Linux

Pero había dos refutaciones para esta primera impresión. Primero, que nadie me obliga a usar Unity (puedo elegir la interfaz clásica al iniciar la sesión) ni mucho menos Ubuntu es la única opción (puedo usar Debian, Mandriva, Fedora o cualquier otro), con lo que el espíritu de este sistema operativo de software libre sigue intacto; al revés que con Windows o Mac OS X, hay un número enorme de opciones.

Segundo, Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, la empresa detrás de Ubuntu, es un sujeto muy inteligente como para haber apostado a Unity sin pensárselo dos veces y sin una buena razón.

Glass onion

Para entender qué es Unity hay que echarle un vistazo a la nada sencilla arquitectura de ventanas de Linux, que muy grosso modo está constituida por tres partes: el servidor X Window -o X a secas-, el entorno de Escritorio (Gnome o KDE, típicamente) y la interfaz gráfica propiamente dicha o shell .

En rigor, y como me explicaba Marcelo Fernández, miembro de la comunidad UbuntuAr: "El Proyecto Gnome desarrolla un sistema (también llamado Gnome) con muchos componentes o módulos de software interrelacionados, donde uno es el shell o, para decirlo de manera diferente, la capa de software que organiza las ventanas y muestra los elementos del Escritorio en sí (barra, menú, menús del sistema, íconos en el Escritorio, y así). Es una de las capas superiores de la cebolla, por ponerlo en forma más descriptiva".

Esta separación de componentes hace que Linux sea muy maleable en su aspecto. Por debajo siempre está X, pero es posible elegir entre Gnome o KDE, o echar mano de los muchos administradores de ventanas que existen para X, y hasta elegir entre diversos shell para un mismo entorno de Escritorio.

Sí, ya sé, es complicadito, pero así nos gusta, en general, a los que estamos en tecnología. Si es tuneable, está bueno.

Pero Ubuntu ha tenido la enorme virtud de simplificar esto para los usuarios que no tienen ganas ni tiempo de tunear todo. Por eso viene con un cierto entorno de Escritorio predeterminado, Gnome (www.gnome.org ). Sin preguntas raras. Sin jerga. Sin historias.

Oh, bueno, eso era así hasta la versión 11.04. Ahora Ubuntu sigue usando Gnome como entorno de Escritorio, pero la interfaz tradicional fue reemplazada por Unity, diseñada por Canonical.

Era hora

Unity es un paso atrás respecto de Gnome; al menos, respecto de Gnome 2, la versión por la que todavía puede optarse al iniciar sesión. Pero tengo la impresión de que es un paso atrás para luego avanzar a grandes zancadas, que es precisamente lo que Canonical le criticaba a Gnome, que estuviera estancado. Diré más. Gnome tuvo tiempo de sobra para crear una gran experiencia de usuario con su shell . Hace muchos años que lo uso, y nunca lo logró. Al principio era genial, pero su interfaz nunca dejó de ser rudimentaria, muchas veces lenta, inestable y con una estética errática; al principio aceptábamos estas limitaciones, pero tras más de una década (la primera versión pública es de 1999) hay que admitir que fracasaron en ofrecer una experiencia de usuario satisfactoria. No me asombra que la paciencia de Canonical se terminara por agotar.

Todavía tengo que probar Gnome 3, que incluye una serie de cambios profundos y de aspecto. Pero uno de los argumentos de Canonical para no incluirlo en el 11.04 es que está inmaduro. "En Natty (el nombre de fantasía de la versión 11.04) no se incluye el Gnome 3 porque el cambio de arquitectura estaba demasiado verde para sentirnos tranquilos de su estabilidad", me escribió John Lenton, Senior Engineering Manager de los servicios online de Canonical, que además me hizo saber que Unity no es algo nuevo, en rigor. "Canonical viene desarrollando el mismo concepto del shell hace mucho -escribió por mail-. Antes se llamaba Ubuntu Netbook Remix Launcher, y era el entorno predeterminado en la versión de Ubuntu para netbooks. Ahora el mismo concepto lleva el nombre de Unity porque es un entorno unificado, que toma cosas del Netbook Remix Launcher y del Escritorio tradicional".

Así que me parecen absurdas las críticas feroces que le han hecho a Unity, que ya ha hecho más que todas las otras interfaces (salvo una) por repensar, replantear, buscarle una vuelta de tuerca a la usabilidad y la experiencia de usuario.

Sólo Window Maker y Unity han hecho propuestas diferentes en este sentido; los demás, mal o bien, copian a Windows y a Mac. Se me dirá que no es posible innovar. Falso. En interfaces siempre se puede innovar. Y si no, miren una iPad.

Window Maker (que también usé durante muchos años en equipos con hardware limitado por su muy bajo uso de RAM) es un clon de la interfaz de NextSTEP. Despojada, sencilla, muy práctica y muy veloz. Lamentablemente, no era una idea original, la habían diseñado para las cajas negras de Steve Jobs muchos años atrás.

Hasta donde recuerdo, aunque podría haber alguna excepción, sólo Unity introdujo algo que no es ni la barra de tareas de Windows, ni el dock de Apple, ni el menú raíz de NextSTEP, ni ninguna de las otras cosas que han hecho antes Microsoft y Apple. Así que pienso darle a Unity una oportunidad.

Trucos y consejos

Eso hice cuando reinicié la netbook con un Ubuntu actualizado a la versión 11.04. De entrada no me gustó Unity, como dije, pero le iba a encontrar la vuelta para sacarlo bueno.

Antes que nada tenía que descubrir cómo reducir el tamaño de los íconos de la barra lateral. Luego de revisar un poco, sintiéndome algo desorientado, descubrí que Unity aparece como una extensión de Compiz , el gestor de composición de ventanas (vulgo: el software que dibuja el Escritorio y las ventanas) de Ubuntu. (Gnome usa otro, llamado Mutter .)

Así que hice clic en el ícono de Ubuntu arriba a la izquierda y se abrió la caja de búsqueda. En esto, Unity es igual a Windows 7. Escribí compiz y apareció lo que buscaba: el Administrador de Opciones CompizConfig . Le di un clic y luego elegí la categoría Escritorio en la columna de la izquierda, hice clic en Ubuntu Unity Plugin y encontré lo que necesitaba en la pestaña Experimental . Cambié el tamaño de los íconos moviendo el deslizador de Launcher icon size de 48 (el predeterminado) a 32 (el mínimo posible) y volví al Escritorio apretando dos veces Escape .

Ahora la barra se ajustaba mucho mejor a la altura de la pantalla de mi netbook. Hice lo mismo, sin embargo, también en una desktop con una pantalla de 22 pulgadas y alta resolución. Aunque al principio me había resistido, la verdad era que Unity había encontrado una forma limpia y clara de lanzar las aplicaciones más frecuentes sin apelar al dock ni al atiborrado menú Inicio .

En algún momento apreté la tecla de Windows (la que está entre Ctrl Alt ), que en Linux se llamaSuper , y aparecieron unos numeritos en los primeros diez íconos de la barra. Exacto, adivinó: combinando esa tecla con el número correspondiente arrancaba la aplicación o iba a mi carpeta personal y así. ¡Nada mal!

Me pasé un rato tratando de aceptar si realmente el menú de aplicaciones había desaparecido. Y sí, ya no estaba por ningún lado. ¿Y sabe qué? Es una buena noticia.

Porque, ¿cuántas veces usábamos ese dichoso menú? Pocas. En general, y lo mismo que hacemos en Windows, terminamos poniendo un lanzador o una barra de herramientas con los programas que empleamos más a menudo. Así que no voy a extrañar el superpoblado menú Inicio. En su lugar, como dije, hay, arriba y a la izquierda, un botón con el logo de Ubuntu que abre un buscador, al que Canonical llama Dash . Como dije, es la misma idea que el buscador de Windows 7, aunque a mi juicio es más claro y anda más rápido y reúne las tareas principales. Todavía no es perfecto, los íconos están un poco grandes y demás, pero insisto con que es una versión 1.0. Y resuelve.

Por ejemplo, escribí 3D y casi de inmediato apareció el Blender, que era mi target. Puse write y apareció el procesador de palabras de LibreOffice . Sin embargo, falló cuando intenté conspreadsheet hoja de cálculo .

Pero ahí descubrí que el menú Inicio de ninguna manera ha desaparecido, sólo está un poco escondido, y el resultado es de nuevo eficiente. ¿Dónde fue a parar Inicio? Hay que abrir el Dash(tecla Super ) y hacer clic en Más aplicaciones . A la derecha de la caja de búsqueda hay una etiqueta que dice Todas las aplicaciones . Un clic ahí y se despliega el viejo, no muy querido y engorroso menú Inicio.

¿Por qué digo que la decisión es buena? Porque algo que usamos muy de vez en cuando es mejor que esté a un par de clics, en lugar de andar siempre en primer plano. El Dash , además, muestra automáticamente las aplicaciones más usadas, de modo que esta nueva forma de llegar hasta los programas me pareció muy buena. Debe mejorar, pero, como adelanté, es un avance luego de diez años de hacer lo mismo que Windows y Mac. Por otro lado, los atajos de teclado que había creado para arrancar programas en las versiones anteriores fueron respetados. Excepto cuatro: los que usaba para cambiar de Escritorio. Y ahora los iba a necesitar más que nunca.

Atajos

Como Unity reemplaza uno de los componentes de Gnome puede entrar en conflicto con los otros. Eso hizo que TweetDeck se llevara a las piñas, cuando no estaba maximizado, con la barra superior de Unity. Al final, tuve que optar por usar la aplicación siempre maximizada. Sin barra de tareas y con el Launcher escondiéndose automáticamente, estaba perdiendo un poco de conciencia de entorno, así que decidí usar sólo una aplicación por cada Escritorio. Claro que mi tecla para cambiar al Escritorio 1, 2, 3, 4 o 5 era la combinación de Super con el número correspondiente.

De entrada me hice bastante lío arrancando el Firefox en lugar de ir al Escritorio 2 o abriendo mi carpeta personal en lugar del volver al Escritorio 1. Bueno, todo era cuestión de cambiar las teclas que usaba para ir a cada Escritorio o, como decidí hacer para mantener los mismos atajos en todas mis máquinas con y sin Linux, modificar la tecla para acceder a las aplicaciones del lanzador de Unity.

En un par de días, dedicándole un rato y no mucho más, me había habituado a la nueva interfaz. La pantalla se mantiene más libre sin la presencia de una barra de tareas o un dock, y el Launchercombina las funciones de ambos componentes de una manera consistente.

Sí, todavía se pelea con algunos componentes de Gnome y la barra superior puede quedarse como colgada mostrando el nombre de una aplicación que ya minimizamos. Además, en varias ocasiones tuve que cerrar programas por medio de Alt+F4 porque no estaba disponible ningún botón o menú para hacerlo con el mouse.

Pero luego de un arranque nada promisorio, la nueva cara de Ubuntu me resulta mejor que la clásica. Los bugs se irán corrigiendo con el tiempo. Le doy la bienvenida y tengo la clara impresión de que es una buena noticia para los usuarios no expertos. Y a fin de cuentas de eso se trata Ubuntu.

@arieltorres

STALLMAN PROGRAMANDO PARA LA LIBERTAD

STALLMAN PROGRAMANDO  PARA LA LIBERTAD
Es el fundador de la Free Software Foundation y sus postulados dieron origen a un sistema libre que hoy tiene 20 millones de usuarios, el GNU/Linux

Richard Stallman es uno de los mayores gurúes de la informática. Es, también, un cruzado. En su opinión, los programas -todos los programas de computadora- deben proveer al usuario no solamente el código binario -eso que sólo la computadora entiende y puede ejecutar-, sino también el código fuente, las instrucciones escritas por el autor del software.

Esta idea surgió hace mucho, cuando Stallman era estudiante de Harvard y trabajaba en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Una compañía había donado a la división una impresora. Pero cada vez que el papel se trababa hacía falta ir hasta la máquina y se perdía mucho tiempo; la impresora no era capaz de enviar una señal a las estaciones de trabajo avisando sobre el problema. Stallman buscó entonces los controladores de software para añadir a mano esta función, pero descubrió que estaban en código binario; era imposible editarlos o modificarlos. Cuando pidió el código fuente, se lo negaron.

Ese día nació la idea del Proyecto GNU, que fundó en 1984 y que se proponía crear un sistema informático completo con código fuente libre. Siguiendo el modelo del Unix (un núcleo y una gran cantidad de pequeños programas que hacen funciones discretas que pueden, a su vez, enlazarse), Stallman y otros programadores comenzaron a sumar módulo tras módulo al GNU. Incluso empezaron a escribir un núcleo (o kernel ), el fragmento de código que da vida a una computadora, llamado Hurd . En 1985 se estableció la Fundación del Software Libre (o FSF, Free Software Foundation , en inglés), una organización que apoyaría la producción de código para GNU y manejaría la distribución del programa más conocido de Stallman, el Emacs , un poderoso editor de texto extensible por medio del lenguaje Lisp que estaba disponible gratuitamente en servidores FTP, pero que además se vendía por correo a 150 dólares el ejemplar. Stallman insiste con que la palabra free no significa gratis , sino libre ; y que a su juicio es perfectamente lícito ganar dinero distribuyendo programas, con la condición de que el código fuente esté disponible públicamente. Para darle soporte legal a toda la operación, Stallman escribió lo que se conoce como la Licencia Pública General (o GPL, por General Public License ).

Una licencia de software es básicamente la autorización que le da el autor al usuario para emplear una copia del programa; todos los programas vienen con una licencia, usualmente conocida como CLUF (Contrato de Licencia para el Usuario Final). Pero la GPL y la CLUF son como el día y la noche. La GPL autoriza no sólo a distribuir libremente copias de los programas (incluso cobrando dinero por eso), sino que además obliga a incluir el código fuente y fomenta los cambios en este código con el fin de mejorar el software. Por otro lado, sin embargo, preserva el copyright sobre el software, con lo que se evita que un individuo o una compañía se apropien del programa y lo conviertan en lo que se conoce como software propietario. Esto es sin código fuente y con fuertes restricciones en cuanto a la distribución de copias.

En 1991, Linus Torvalds lanzó, bajo el paraguas de la GPL, la primera versión del Linux , su núcleo de Unix para plataformas Intel x86 (la PC estándar, en otras palabras), y en poco menos de un año se había establecido como el núcleo ideal para el Proyecto GNU, desplazando, al menos por el momento, al Hurd .

De pronto, el círculo se había cerrado y existía un sistema informático libre, gratuito y de código fuente abierto. Gigantes como Compaq e IBM lo han adoptado hoy, además de unos 20 millones de usuarios.

Stallman es el padre de esa pujante comunidad, y es también un programador muy premiado. Recibió en 1991 el Grace Hopper, de la Association for Computing Machinery -la agrupación de informática más importante de los EstadosUnidos-, por el desarrollo del Emacs . En 1990 le habían otorgado la beca de la MacArthur Foundation y, en 1996, el doctorado honorario del Instituto Real de Tecnología de Suecia. Dos años después recibió -junto con Linus Torvalds- el premio Pioneer (pionero), de la Electronic Frontier Foundation. En 1999 se le otorgó el premio Yuri Rubinski.

Gracias a su estilo de vida frugal, pudo ahorrar e invertir gran parte del dinero que provino de estos premios y hoy, dice, "puedo vivir toda mi vida de las ganancias que las inversiones que hice con ese dinero me reportan, ofreciendo servicios a la comunidad". Pero no es un hombre satisfecho.

Su cruzada apunta a desterrar el software propietario; en eso, y en otras muchas cosas, no tiene pelos en la lengua. Para él, las personas tienen el derecho inalienable de ver y modificar los programas que usan en sus computadoras. Que un programa se cobre o no es lo de menos. De hecho, la compañía Ada Core Technologies vende un entorno de desarrollo para proyectos complejos que cuesta 12.000 dólares, pero el código fuente es libre; parte del éxito de Ada, aseguran sus ejecutivos, proviene precisamente de este rasgo diferencial. El porqué es simple: un gerente de sistemas puede en menos tiempo y a un costo más bajo modificar un programa para ajustarlo a las necesidades de la empresa para la cual trabaja. En una conferencia reciente, Stallman dijo que el software libre puede ser beneficioso para los negocios además "porque si el código fuente está disponible públicamente, los autores no pueden colocar funciones que el usuario no quiere, y además es una salvaguardia contra los errores que conducen a fallas de seguridad".

Stallman empieza por casa: él sólo utiliza software libre, y ninguna otra cosa. Pero su coherencia es casi excepcional; hasta las distribuciones del sistema GNU/Linux que se venden hoy en los comercios contienen software propietario. De hecho, muchos programas vitales para el funcionamiento de la civilización tal como la conocemos (desde los CAD/ CAM hasta los que hacen funcionar las torres de control de los aeropuertos) no tienen una versión libre.

Invitado por Comdex 2001, estuvo en Buenos Aires y La Nación lo entrevistó para el suplemento Informática. De la charla, que duró más de una hora, surge, de nuevo, su obsesión por la libertad individual y dice que GNU"es un proyecto social".

Le gustan las empanadas y se queja de que en Cambridge (Boston) -donde vive- no haya un delivery de esta especialidad argentina. Señala el modelo económico francés como preferible al norteamericano. "En Francia -opina- se ha hecho realidad aquello de que la tecnología traería bienestar a la gente." Stallman, de 48 años, no está casado y dice ser un músico aficionado. "La música me ayuda a evadirme, pero no tengo talento," comenta. Al terminar la entrevista, toca en su flauta una danza húngara. Una hora antes, el clima era otro. Antes de contestar preguntas, Stallman nos interroga: "Cuando hablás del sistema que he lanzado hace 17 años, ¿cómo lo llamás?" Respondemos: "GNU/Linux". Hemos pasado la prueba, Stallman se distiende y dice: -Gracias, porque el error de llamarlo "Linux" es muy dañino para el ProyectoGNU.

Aunque en general se dice simplemente "Linux" para referirse al Unix gratuito para PC, ese nombre sólo identifica el núcleo del sistema. Torvalds escribió ese núcleo, pero el resto fue creado principalmente por programadores del GNU. Por eso, Stallman insiste en que el nombre debe cambiarse.

-En general, nuestros lectores no son programadores o hackers. ¿Qué podés decirles respecto del Proyecto GNU?

-Que ellos también pueden aprender a cambiar (el código fuente de) los programas. Hay cosas difíciles de hacer y cosas fáciles. Las difíciles pueden ser hechas sólo por unas pocas personas. Así que la mayoría de la gente no va a hacer esas cosas difíciles. Pero ser capaces de hacer pequeños cambios en un programa también es muy útil. Para eso sirve tener el código fuente, para aprender de él. ¿Has oído hablar del Clero Tecnológico? Fue un concepto de los años 60, la idea era que los tecnócratas mantendrían en secreto la tecnología como dominio propio, sin que el público supiera cómo funcionaba. El punto es que el software propietario es el Clero Tecnológico definitivo.

"En el Movimiento de Software Libre lo que decimos es que el Sacrosanto Código Fuente debe poder ser leído por cualquier persona. Vos podés verlo, podés decir lo que realmente hace. Hay programas comerciales que husmean en tu computadora, que hacen cosas que no son buenas para vos. Esto es posible porque es software propietario, porque los desarrolladores controlan a los usuarios. En el Movimiento de Software Libre los usuarios controlan sus propias vidas.

-Incluso si no quieren cambiar nada en el código fuente.

-Incluso en ese caso, incluso si prefieren que otros usuarios hagan cambios. La cuestión es que el usuario sea quien decide si ejercer o no ese derecho.

-¿La cuestión es que tengan la posibilidad?

-Exacto. Es una forma de democracia. No el tipo de democracia donde cada persona vota, sino que cada persona, si está interesada, puede decidir en qué dirección se desarrollará el software. El Software Libre es una forma de fomentar la cooperación. Y es un ejemplo de buena globalización. Es un tipo de globalización en el que se comparte algo con todos, y no el tipo de globalización que concentra la riqueza. Es un tipo de globalización que esparce la libertad por el mundo.

-¿Decís GNU como siglas o como el nombre del animal en inglés?

-Yo digo gnu (ñu), como el animal. Me gustan las bromas que se hacen al respecto. La palabra gnu se usa humorísticamente en Estados Unidos. Esa es la razón por la que la elegí. El diccionario dice que se pronuncia gnu (como new , nuevo), así que la gente dice "Hey, what´s new?" (¿Qué hay de nuevo?). Entonces puedes responder "Gnu is not Unix" (Lo nuevo no es Unix). De todas formas, es una palabra que a la gente le gusta.

-Según dijiste, vivís principalmente de dar conferencias. ¿Por qué no pediste que te pagaran para hablar en Buenos Aires?

-Porque quería venir, la ocasión de venir me parecía bastante buena para no exigir un pago.

-¿Te interesaba venir a Buenos Aires?

-Tengo una amiga en la Argentina. Sólo estuve tres días aquí, y antes estuve en Montevideo.

-¿Qué recepción notaste para todos estos conceptos del software libre?

-En Comdex no hubo mucha gente hoy, porque el precio de la entrada era muy alto. Los usuarios de GNU/ Linux, los miembros de grupos de usuarios no podían pagar la entrada. Qué desperdicio, qué triste.

-¿Y en otras conferencias en América latina?

-De parte de los usuarios, muy positiva. Ayer, hablé diez minutos en una reunión de miembros de grupos de usuarios de GNU/Linux y les pedí cambiar sus siglas. Hablé primero de la libertad, de la importancia de no olvidar la libertad como meta. Luego Maddog (Jon Hall, presidente de Linux International) dio una conferencia llamando al sistema "Linux". Entonces intervine un minuto explicando que el sistema no es Linux, sino GNU, con Linux como núcleo.

-El núcleo sólo no hace nada.

-Exacto.

-¿Cuál sentís es el mayor logro de la FSF?

-La existencia del sistema GNU/ Linux, que permite a la gente usar computadoras en libertad, en una comunidad, lo cual era imposible antes.

-Una vez dijiste que cuando desarrollabas el GNU, necesitabas de un Unix comercial para escribir el código, y esto te planteaba un problema ético.

-Así es. Finalmente llegué a la conclusión de que es ético usar un Unix para terminar cuanto antes con el uso de Unix.

-También me preguntaba cuál es tu mayor frustración.

-La tendencia a añadir programas propietarios a las distribuciones de GNU/Linux. En los negocios se pueden encontrar discos del sistema, pero casi siempre contienen también programas propietarios. Eso le dice a la gente que es normal, es bueno aceptar programas propietarios, que rechazar el código propietario para resguardar tu libertad no es la meta.

-En tu opinión ésa es la meta más importante.

-. Si no tenés la libertad como meta, es muy probable que termines perdiendo tu libertad; hay muchas ocasiones para perderla. Para llegar a una comunidad libre, necesitamos recordar la meta. En nuestra comunidad estamos olvidándola, a través de las distribuciones adulteradas por software propietario. Y este peligro no sólo está comenzando, no es potencial, hemos olvidado por completo la meta de la libertad.

-¿Es ese el verdadero asunto de la FSF? ¿Es más que un proyecto de software?

-Es un proyecto social.

-¿Cuál es ahora el desarrollo más importante del GNU?

- Gnome , nuestro proyecto de interfaz gráfica.

-¿Por qué?

-Porque puede poner el sistema al alcance de todos. La libertad no debe ser sólo para los programadores o los gurúes, sino para todas las personas.

-¿Cuál es el estado del Hurd ?

-Ahora funciona, pero no es estable, se cae a veces. Sin embargo, el Hurd es sólo un programa en el Proyecto GNU, un núcleo. GNU es muchos programas, el Hurd es sólo uno. Había otros programas GNU iniciados, pero no terminados.... Es triste, pero lo importante era llegar a un sistema completo libre. Así, si al final el Hurd no tiene éxito, eso no es un fracaso para el proyecto. Si un programa libre, uno que no sea GNU, tiene éxito, no es trágico, no es fracaso.

-¿Qué opinás de la liberación del código fuente del StarOffice ?

-Es bueno, porque ahora tenemos esos programas en el mundo libre.

-¿No importa la intención con que se libere un código?

-No, no importa la intención. Si la gente respeta la libertad de los otros, es bueno. Si trata de quitarle la libertad de otros, es malo.

-Supe que quisiste quedarte en una casa de familia, ahora que viniste a Buenos Aires. ¿Por qué?

-No me gustan los hoteles.

-¿Por algún motivo en especial?

-Me siento solo en los hoteles.

 

Ariel Torres